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jueves, 6 de noviembre de 2014

AMOR INCONDICIONAL



DIOS TE HABLA A TI ......


No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. ¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.
Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón ; y ¿no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón especialmente ama?

TIENES ALGÚN  PROYECTO ENTRE MANOS, ALAGUNA DUDA, ALGUN MIEDO? 

"Cuéntamelo todo".  

Lo qué te preocupa?, qué piensas?,qué deseas?, qué quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior?, qué desearías hacer por ellos?

Y por Mí?, No sientes deseos de mi gloria?, No quisieras poder hacer bien a tus amigos, a quienes amas, y que viven quizás olvidados de "Mí"?

Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas. Quién te a lastimado? 

Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas.  Ven a mis  brazos. Estoy contigo estoy a tu lado.
Aquí me tienes; todo lo oigo, todo lo veo, ni un momento te desamparo.

Ahora hijo mío:

Vuelve a tus actividades habituales, a la familia, a los estudios.
 Y no olvides  estos minutos de conversación que hemos tenido los dos solos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el hermano. 
Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi. 
En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor,nuevos consuelos nuevos beneficios.

"Jesús el Cristo"








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