LEY O PRINCIPIO DE VIBRACIÓN
"Nada está
inmóvil, todo se mueve, todo vibra".
Esto significa que en el Universo donde vivimos no existe
nada que sea totalmente firme o estable. Todo se encuentra en un continuo
movimiento, una continua vibración y transformación. Cada parte del Universo
tiende a transformarse en algo mejor, evoluciona hacia un nuevo nivel de
existencia.
En nuestro orden personal, la vida nos empuja siempre a
vivir de una manera mejor. Las crisis aparecen cuando permanecemos rígidos o
inflexibles en una posición. Cuanto más cerrados estemos en una posición o
idea, más fuerte será el esfuerzo que hará el Universo para movernos de allí.
Por eso es que la gente sufre fuertes crisis y luego cambia. Algunas personas
necesitan pasar por enfermedades, accidentes o pérdidas para darse cuenta del
valor que tienen ciertas personas o su propia vida. Hay otras personas que caen
en la inercia y no toman decisiones; cuando eso ocurre, el Universo mismo toma
las decisiones por ellos. De acuerdo con el Principio de Vibración
"debemos aprender a prepararnos para los cambios en la vida". Según
este principio, si tiendes a aferrarte a una vivienda, una pareja, un trabajo,
una amistad, o a cualquier objeto que te dé seguridad, lo más probable es que
tarde o temprano sufras. ¿Por qué? Porque en el Universo no existe nada que se
encuentre inmóvil.
Esto no significa que tendrás que quedarte sin vivienda,
familia, trabajo o pareja; sino que lo que hoy estás viviendo no se repetirá en
el futuro. No hay manera posible de repetir el pasado. Existen parejas que,
después de haberse separado, deciden volver a estar juntos con la intención de
ser como antes. Esto es un camino seguro a la frustración. Es posible que la
reconciliación los lleve a vivir una mejor relación que la del pasado, pero
nunca igual.
Este principio hermético nos enseña que cada objeto que
vemos está compuesto de millones de átomos. Estos átomos se encuentran formados
por partículas que giran a grandes velocidades alrededor de un núcleo.
Podemos decir que existen dos formas extremas de vibración:
una baja, que corresponde a la materia y otra alta, que pertenece al terreno
del Espíritu.
Cuando la vibración es muy baja, decimos que la materia está
en reposo, permanece inerte para nuestros sentidos y parece sólida. Sin
embargo, la materia está compuesta de millones de átomos que se encuentran en
pleno movimiento y transformación. Por otra parte, cuando la vibración es muy
alta, llegamos al extremo del Espíritu y decimos también que la materia está en
reposo. Aquí la materia vibra en una frecuencia tan alta que nos da la
sensación de que tampoco tiene movimiento.
Para entender mejor este concepto, imagínate las paletas de
un ventilador. Cuando el ventilador está sin funcionar puedes percibir claramente
sus partes, que están en reposo. Cuando pones en marcha el aparato, y
especialmente a altas velocidades, las paletas giran tan rápidamente que
parecen desaparecer e, incluso, puedes ver a través de ellas. Aquí también
decimos que la materia está en reposo porque pareciera no existir. Este es el
nivel del Espíritu. El eslabón entre la materia y el Espíritu es el éter.
Los órganos de nuestro cuerpo físico están formados por
células, que, en última instancia, están compuestas de átomos. Por lo tanto,
aquello que percibimos como un cuerpo sólido no es tan sólido. Nuestro cuerpo
físico está formado por un 99,999% de espacio vacío, y solamente 0,001% de
materia; este último porcentaje, según la Física Cuántica, es también espacio
vacío. La Física Cuántica es la que estudia el comportamiento del átomo. Ella
nos enseña que nuestro cuerpo físico se encuentra continuamente intercambiando
átomos con el medio. Al inhalar aire tomamos los átomos con el medio. Al
inhalar tomamos los átomos del entorno; al exhalar devolvemos átomos de nuestro
propio cuerpo físico.
Literalmente, cuando ingresamos en un lugar, empezamos a
absorber parte de ese lugar. Por eso es que algunos lugares nos llenan de
energía positiva o todo lo contrario. Los lugares de la naturaleza como... playas,
montañas, bosques, lagos y demás, están cargados de vibraciones positivas.
Cuando permanecemos en ellos, nuestro cuerpo físico se
renueva con átomos de alta calidad. Por tal motivo, uno se regenera y se sana
al estar en ese tipo de lugares. Por el contrario, cuando uno ha permanecido
cierto tiempo en un lugar de vibraciones bajas o negativas, se siente
contaminado. La recuperación no es inmediata y podemos permanecer hasta varios
días sintiéndonos mal por las energías que hemos ingerido.
Cada tres años, el cuerpo humano renueva completamente todos
sus átomos, después de este tiempo, poseemos un modelo absolutamente nuevo de
cuerpo físico. La pregunta inevitable es ¿qué hace que el cuerpo cambie o se
deteriore? Hay una sola respuesta... la Mente.
Lo que lleva a los átomos a agruparse y a producir cambios
en tu cuerpo es la idea que gobierna tu propia mente. Si piensas que a los
cincuenta años comienza la vejez de tu vida, tu cuerpo envejecerá. Por el
contrario, si crees que a esa edad estás en tu mejor momento, entonces tu
cuerpo responderá dándote vitalidad y entusiasmo. Cada uno de nosotros tiene su
propio reloj biológico y éste determina cuándo comenzamos a envejecer.
De la misma manera, cada partícula de tu cuerpo físico está
"escuchando" tu diálogo interno y responderá fielmente al mismo. Si
tienes pensamientos felices, tu cuerpo reaccionará con energías positivas. Por
el contrario, si te deprimes y sólo ves la vida de una manera muy negativa, lo
más probable es que te enfermes. Las personas que tienen enfermedades crónicas
son aquellas que tienen pensamientos "crónicos", cuando renuncian a
los patrones de conducta antiguos y sus ideas más negativas... comienzan su
curación.
A pesar de que nuestro cuerpo se regenera constantemente, la
razón de su deterioro es que creemos que eso necesariamente nos debe ocurrir.
Existe una historia, un pasado, que sustenta esa creencia. Al creer en ese
pasado, continuamos repitiendo la historia... No estamos solos con nuestros
pensamientos; vivimos en una sociedad donde crecemos, aprendemos y nos
desenvolvemos a diario. De ella tomamos una serie de ideas a veces muy
positivas y otras, no tanto. Si pudieras levantarte mañana olvidándote
completamente de tu pasado, tu cuerpo no envejecería. Si decidieras, por
ejemplo, vivir doscientos años, todo tu cuerpo respondería a esta idea pero,
primero, tendrías que convencerte a ti mismo de esa posibilidad. Tu cuerpo
"escucha" tu diálogo interno y si tienes dudas, manifestará esas
dudas. Recuerda que no son los pensamientos lo que se manifiestan sino las
creencias. Si crees en la enfermedad, las células de tu sistema inmunológico
bajarán sus armas y permitirán que contraigan alguna enfermedad. Por el
contrario si crees que tu cuerpo físico es saludable y resistente, tu sistema inmunológico
tomará esta idea como una orden y jamás te enfermarás.
Uno de los descubrimientos más interesantes de la Física
Cuántica es que el resultado de cualquier experimento dependerá en gran medida
del grado de expectativa de quien lo realiza. Antes se creía que si dos
personas realizaban la misma prueba, con los mismos ingredientes y medidas,
llegarían a obtener el mismo resultado. Ahora se sabe que los átomos se agrupan
según su compatibilidad y responden a las expectativas del observador. Esta es la
razón por la cual una persona puede tener la habilidad de cocinar una comida
muy sabrosa y nadie puede imitarla, aun cuando los demás sigan todas sus
indicaciones y utilicen los mismos ingredientes, el resultado nunca será el
mismo. El resultado depende siempre de la expectativa del observador y de su
interés personal en el experimento. De esto se deduce fácilmente que la comida
más sabrosa será aquella que contenga como ingrediente principal mucho amor.
LAS VIBRACIONES MÁS
POSITIVAS
El cerebro humano está compuesto por millones de células
llamadas "neuronas". Cuando una persona toma una decisión, las
neuronas llevan el mensaje o la orden al resto del cuerpo físico para producir
la acción. Por ejemplo, un individuo siente calor y decide aflojarse el cuello
de la camisa y la corbata. Las neuronas transmiten la orden elegida a los
músculos de las manos para realizar los movimientos necesarios. En apariencia,
no existe ningún misterio en esto, sin embargo, lo hay. Los científicos se han
preguntado ¿dónde está aquel que sintió calor y eligió aflojarse la camisa y la
corbata?
A través de muchos experimentos, se ha descubierto el
"mapa del cerebro", según el cual se conocen las actividades que
desarrollan las distintas partes del cerebro y su relación con el cuerpo
físico. Sin embargo, los investigadores no han encontrado jamás dónde está la
parte que elige realizar un determinado movimiento. La conclusión a la que se
ha llegado es asombrosa. La mente no está en el cuerpo. La Mente ocupa el
cerebro físico pero no está en él. La Mente es más grande que todo el cuerpo
físico y se encuentra en cada parte del mismo, no solamente en el cerebro.
Cuando decimos "Me vino esta idea a la mente", estamos reafirmando la
verdad científica de que las ideas provienen de otro lado.
Por el momento, debes entender que cada pensamiento que
eliges pensar proviene de un espacio infinito, en el que existen también
posibilidades infinitas, y tu ser hace una elección determinada en cada
momento. Pero tu verdadero ser no es ninguno de tus pensamientos sino aquel que
hace la elección.
Todo el Universo está compuesto básicamente de la misma
sustancia y nosotros, a través de nuestra intención, podemos manejarla para
manifestar la realidad que deseamos. De acuerdo con el Principio de Vibración,
debemos ir creando la vibración necesaria para atraer la sustancia necesaria.
El Principio de Vibración nos enseña que "las energías
iguales se atraen". Por eso vemos que los deportistas van a entrenar a un
mismo lugar, al igual que los religiosos se reúnen en una iglesia, los
intelectuales en una biblioteca, o los metafísicos en algún lugar de estudio.
De esta manera, cada uno se rodea de gente y lugares que están vibrando en la
misma frecuencia.
En el Universo existen tres niveles elementales de vibración:
baja, media y alta. Son tres escalones con características propias. De acuerdo
con nuestro nivel vibratorio personal, estamos ubicados en algunos de estos
tres escalones y, como consecuencia, atraemos las cosas de dicho nivel Es
imposible atraer situaciones u objetos que tienen una vibración alta si uno se
encuentra en el escalón más bajo.
La depresión, la angustia, el miedo, las enfermedades y
todas las emociones más negativas nos llevan a vibrar en el nivel más bajo de
esta escala. Mientras una persona se mantenga "vibrando bajo", sólo
atraerá a su vida a personas o situaciones que aumentarán su malestar. Este es
el nivel de la "mala suerte". Mucha gente dice: "No termino de
salir de un problema que ya tengo otro". La respuesta a esto es muy simple:
mientras la persona se mantenga vibrando en ese nivel, continuará atrayendo las
cosas de dicho nivel. Hasta que esa persona no cambie su vibración personal, no
se manifestarán ni la salud, ni la alegría, ni el amor, ni la suerte en
general.
En el nivel vibración media aparecen las soluciones y la
vida fluye. Los obstáculos y problemas de este nivel son más fáciles de
resolver y la persona que se encuentra en esa vibración siempre muestra una
actitud optimista hacia la vida.
Finalmente, el nivel de vibración más alta corresponde a de
la iluminación, la paz y el amor perfecto. Aquí no existen problemas, miedos o
enfermedades. Cuando uno vibra en este nivel, lo que uno piensa se manifiesta
inmediatamente. El reconocimiento del poder personal es total y absoluto y, por
lo general, se lo utiliza para servir a la humanidad.
La vibración más baja corresponde al terreno de nuestro ego,
es el nivel del miedo y por eso se generan toda clase de problemas. La
vibración media es el terreno de la esperanza, de esta manera, comienza a
producirse la "suerte". Finalmente, la vibración más alta corresponde
al terreno del Espíritu, es el nivel de la Fe Absoluta, en el cual se producen
los milagros.
En mi opinión, la mayoría de nosotros nos encontramos
vibrando en el nivel medio. A veces decaemos por los problemas que se nos
presentan y después de realizar cierto esfuerzo nos recuperamos. Otras veces,
vivimos momentos de iluminación y gran conexión con nuestro Creador, entonces,
vibramos con una energía alta y nos sentimos poderosos, llenos de fe y
entusiasmo.
Cuando una persona comienza su camino de crecimiento
personal, lo primero que surge son sus resistencias internas. El primer día
decide, por ejemplo, comenzar una dieta, repetir afirmaciones u organizar su
vida, sin embargo, al día siguiente es probable que no haga ni la mitad de las
cosas que se propuso. Estas resistencias están generadas por el ego, el ego es
la parte que se siente separada del Espíritu y que, a su vez, genera el drama
personal.
Es muy difícil mantenerse en un mismo nivel todo el tiempo.
Es probable que te sientas muy bien en un momento, pero luego te encuentres con
tu ex pareja, o te pelees con tu jefe, tu hijo o un amigo, o te enfermes, y
encuentres tu vibración personal cambie súbitamente. Cada persona debe aprender
a cuidar sobremanera su vibración personal.
Por lo general, aquellas personas que nos traen problemas
son "maestros" que ponen a prueba nuestra posición, de esta manera
sabemos si esa posición es sólida o no. Si alguna persona tiene la facultad de
"ponerte de mal humor", es porque aún tienes una parte débil en tu
ser que necesita ser sanada. No puedes cambiar a los demás pero sí puedes
cambiarte a ti mismo.
Otra verdad metafísica explica que "las Leyes
Superiores se imponen sobre las Inferiores". Esto significa que en cuanto
mejores tu vibración personal, mejorarás la vibración de todos aquellos que te
rodean. Esta es la forma más efectiva de cambiar a los demás". Con sólo
mejorar uno mismo, mejoran las relaciones con los otros. Este principio nunca
funciona al revés, ninguna persona de vibración baja puedes disminuir tu
vibración, salvo que te encuentres débil, de ser así, no estabas vibrando alto.
La preocupación complica la solución de un problema porque
baja el nivel vibratorio. En nuestra cultura está "bien visto" que
una madre se preocupe por su hijo o viceversa. Sin embargo, desde el punto de
vista metafísico, la preocupación puede ser muy dañina porque aumente la fe en
lo negativo y agrava el problema. La mejor manera de ayudar a una persona es
"ocuparse" de ella para que mantenga la fe bien alta y piense en la
solución feliz del problema. Un hijo que se angustia por la enfermedad de su
madre está demostrando tener más fe en la enfermedad que en la recuperación de
su salud; por lo tanto, su preocupación está ayudando a que su madre se enferme
aún más. En ese caso, el hijo deberá primero curar sus propios miedos para
luego intentar ayudar a su madre. Esto no significa ser indiferente al
problema, sino todo lo contrario; la diferencia esencial reside en que debe
mantener toda la atención posible en la feliz solución. La fe del hijo en la
curación de su madre será la mejor ayuda que ella pueda recibir.
Cada vez que quieras ayudar a alguien, deberás primero
elevar al máximo tu energía personal y después entrar en contacto con la
persona necesitada. En síntesis, para ayudar a otros tienes que estar muy bien
contigo mismo; de lo contrario, el problema ajeno te puede llegar a absorber.
Un metafísico debe ser sanamente egoísta y pensar en sí mismo primero; debe
aprender a mantenerse siempre en una posición fuerte para ayudar a los demás a
salir del pozo.
Debes recordar que es el ego de cada no el que genera los
dramas personales. Por eso, es importante que te mantengas en una posición positiva
para recordarle al otro su verdadera naturaleza espiritual, que la vida es
felicidad y que debe restituir su nivel de alegría. No escuches al ego de la
persona que sufre; escucha a su Espíritu y te darás cuenta que Dios siempre
está presente.
Cuando una persona siente un gran miedo, está utilizando
todas las técnicas metafísicas en forma negativa. La persona pronuncia las
palabras que describen su miedo; visualiza con claridad lo que podría pasarle
y, finalmente, siente en todo su cuerpo las reacciones que el miedo produce. Si
se insiste un poco en este proceso, la manifestación de aquello que se teme se
producirá con mucha facilidad. Si la persona tiene miedo a enfermarse, es
probable que hable con la gente acerca de la enfermedad; también, se vea a sí
misma padeciéndola y se imagine todo el dolor que su cuerpo sentiría si
estuviera verdaderamente enferma.
En síntesis, el miedo es la fe en lo negativo. Para elevar
el nivel vibratorio se debe utilizar esta misma fórmula pero eligiendo
pensamientos más positivos.
El primer paso es cancelar el miedo repitiendo
"cancelado" en voz alta, por lo menos tres veces. Luego se debe
repetir alguna afirmación positiva, como, por ejemplo: "Yo Soy muy sano.
Mi cuerpo físico está siempre saludable y fuerte". Luego la persona debe
verse a sí misma saludable y feliz. Finalmente, debe sentir su cuerpo
funcionando correctamente. Para finalizar, quiero mencionarte que NO existen
enfermedades incurables; sólo existen personas incurables.
CÓMO GENERAR ENERGÍAS
POSITIVAS
Las energías iguales se atraen. Esto significa que cuando tu
vibración personal es muy baja... se te presentan muchos problemas. Lo primero
que debes hacer es mejorarla, para entonces atraer a tu vida situaciones y
personas que te den más felicidad.
CUIDAR LA PALABRA
Para generar una mejor vibración personal, en primer lugar
deberás ser muy cuidadoso con lo que pronuncias. Evita usar las "malas
palabras"; ellas tienen una vibración muy baja y afectan tanto al ambiente
como a las personas. Puedes utilizar las malas palabras una vez como descarga
de tu enojo y eso es válido; el problema se presenta cuando se convierten en
vocabulario habitual.
Otras palabras que tienen vibración muy baja son aquellas
que pronuncian cuando uno se queja o critica a alguien. La Palabra tiene poder
Creador.
Cuando nos quejamos de algo sólo estamos afirmando más el
problema. Por otra parte, cuando criticamos a alguien estamos dándole más lugar
a la percepción de nuestro ego que a la de nuestro Espíritu. El ego siempre
marca las diferencias y nos aleja de estar en paz unos con otros. El Espíritu
nos recuerda que "Todos somos Hijos de Dios y que ÉL nos ama a todos por
igual.
La crítica hace que veas en el otro lo que no ves en ti
mismo. Si la tomas de esta manera, puedes llegar a convertirse en una
herramienta muy útil para tu conocimiento personal. Una vez que resuelvas tus
propios problemas internos, dejarás de criticar a los demás.
Evita participar en discusiones o en reuniones donde sólo se
hable vanamente. Cuida tu energía verbal y resérvala para decretar aquello que
sea importante para ti
SELECCIONAR LAS IMÁGENES
Debes hacer un gran esfuerzo para concentrar toda tu
atención en las imágenes que sean más positivas para tu evolución. Tal como lo
vimos al estudiar el Principio del Mentalismo, las imágenes de guerra,
crueldad, pobreza, enfermedad, catástrofes o cualquier otra situación que te
haga sentir miedo o inseguridad... aumentarán más la sensación de estar
separado de tu Creador y no te conducirán de ninguna manera a tener más paz.
Esto no significa que debas vivir ausente de lo que sucede
en el mundo. Puedes informarte y conocer todas las noticias del momento sin que
eso te haga sentirte culpable; lo importante es que aprendas a "concentrar
tu atención en lo bueno". Sólo esto te ayudará a elevar tu energía
personal. Presta atención a la reacción de tu cuerpo cuando lees una buena
noticia. Seguramente sentirás alegría, más confianza y paz. Es probable que
estés pensando: "Pero todos las noticias del mundo ahora son muy
malas". Si ésta es tu idea, entonces cancélala inmediatamente; de lo
contrario, te tocará ver todas las peores noticias del planeta. Por el
contrario, si comienzas a creer que en el mundo también suceden cosas buenas,
te enterarás de todo lo bueno.
LA SENSACIÓN FÍSICA
El placer es el camino más directo para aumentar tu energía
personal. Es aconsejable practicar todas las actividades que te brinden placer
físico, como los deportes, el baile, la gimnasia, el caminar por un parque o
frente al mar y demás. La visita a lugares naturales siempre ayuda a elevar la
vibración personal.
La risa de placer y aumenta considerablemente el nivel
energético personal además de acelerar los procesos curativos del cuerpo.
Rodéate de gente que te haga reír; mira programas cómicos, especialmente
aquellos en que el humor no es personal; encuéntrale el lado cómico a todo lo
que te sucede y verás cómo las soluciones aparecen más fácilmente. Si estás muy
enojado y alguien te hace reír, notarás que no puedes volver a enojarte como
antes. La risa y el enojo no son compatibles. Cuando más nos reímos, más rápido
desaparece la ira.
A veces, es conveniente valerse del recuerdo de situaciones
felices del pasado. La mayoría de la gente se pasa todo el tiempo recordando
todo lo malo que le ha tocado vivir y lamentándose; eso sólo sirve para atraer
más cosas malas al presente porque se está generando el mismo tipo de energías.
Si quieres vivir una situación muy romántica en el presente,
puedes traer a tu memoria el recuerdo del momento más romántico y que hayas
vivido en el pasado. Revive la sensación física sin poner la atención en la
otra persona; sólo recuerda aquello que sentías dentro de ti y vuelve a
experimentarlo. Cuando más lo hagas y disfrutes, más pronto tendrás a tu lado a
la persona que te dará todo ese placer.
La razón por la que no debes poner la atención en quien
estuvo a tu lado en el pasado es que, muy probablemente, ésta no sea la misma
persona en el presente. Deja al Universo que te provea de la persona más adecuada
para ti en el presente.
Las personas que se sienten solas y se quejan de su soledad,
sólo atraen más soledad o relaciones que fracasan rápidamente. Si éste es tu
caso y no puedes recordar ningún momento romántico de tu pasado, tienes que
crearlo en tu imaginación.
Concéntrate en las imágenes, palabras y sensaciones que te
ayuden a vibrar en la frecuencia del amor y, entonces, al amor aparecerá en tu
vida. Recuerda que las energías iguales se atraen solo el Amor atrae al Amor.
MEJORA LA
ALIMENTACIÓN
Hay alimentos que tienen vibración muy baja, como las
carnes. Entre éstas, las rojas son las peores. El comer carne aumentará la
parte primitiva de tu Ser y estarás más propenso a enojarte con facilidad y a
ser más agresivo. La naturaleza nos enseña que los animales más agresivos son
los que comen la carne de otros animales. Además, poseen un intestino más corto
que el humano y pueden desecharla más rápidamente antes de que se descomponga.
Cuando una persona come carne no siente hambre por bastante tiempo porque el
cuerpo está haciendo un esfuerzo enorme para digerirla. Lo peor es que no se la
elimina con rapidez y, entonces, el cuerpo se llena de toxinas. La carne de
cerdo es la que tiene la vibración más baja; por lo tanto, deberías evitar
completamente su ingestión.
Si estás acostumbrado a comer carne, no lo dejes por
completo. Es conveniente que reduzcas su ingestión gradualmente porque de lo
contrario podrías producir un gran desequilibrio en tu cuerpo. Es verdad que
hay personas que han comido carne toda su vida y han sido muy saludables; pero
seguramente no han llegado a desarrollar un gran conocimiento metafísico.
Recuerda que tú has comenzado a transitar un camino diferente, en el cual se
requiere que seas muy consciente de todo lo que haces.
Comemos para tomar energía de los alimentos; por lo tanto,
debes concentrarte en aquellos alimentos que te dan mayor vitalidad. Los
vegetales, las frutas y los granos son muy buenos para el cuerpo porque son de
fácil digestión y te brindan toda la energía que necesitas. Por lo general,
todo lo que tiene vida da más vida; por eso, las ensaladas frescas y las frutas
son las mejores.
Si tienes problemas de sobrepeso o, por el contrario, un
peso menor al necesario, debes hacer un esfuerzo para mejorarlo. Consulta con
un nutricionista, cambia tus hábitos alimenticios, ama tu cuerpo. No te sometas
a dietas tortuosas: ése no es el camino ideal. El proceso tiene que ser amable
y gradual porque debe ir acompañado también de un cambio de ideas.
MEJORAR LA POSTURA
PERSONAL
Cuando una persona está cansada, los hombros permanecen
bajos y la columna se encorva. Si ésta es tu postura habitual, tu vibración
personal será siempre muy baja.
Tienes que enderezar tu columna, mantener la frente alta,
los brazos firmes y las piernas listas para la acción. De esta manera, la
energía vital recorrerá con facilidad todo tu Ser.
Para eliminar la depresión o cualquier angustia, sólo tienes
que dar palmadas en tu pecho, al estilo Tarzán. Si gritas, mejor aún. Pruébalo
ahora mismo y notará el gran cambio de vibración.
CÓMO ALCANZAR LAS
VIBRACIONES MÁS ALTAS
Además de las recomendaciones prácticas que hemos visto para
elevar tu energía personal, existen otras que te ayudarán a conectarte con tu
Divinidad; de esta manera, experimentarás la vibración más alta gracias a la
cual se producen los milagros.
EL SONIDO "OHM"
La repetición de "mantras" o palabras de poder,
por lo general de origen sánscrito, ayudan a cambiar la vibración de cualquier
situación.
El mantra más simple y efectivo es el del sonido
"Ohm" o sonido del Universo. Debes respirar hondo y, al exhalar,
pronunciar lentamente "Ohm" haciendo hincapié primero en la vocal y
luego en la consonante.
La vibración de este sonido te unifica con el Universo y es
muy útil para disolver cualquier emoción o situación negativa. Debes repetirlo,
por lo menos, durante quince minutos. Recuerda el autor que cuando tuvo su
última crisis emocional entraba en meditación repitiendo este mantra y así
logró disolver las emociones negativas, miedos y angustias. En ese momento lo
hacía tres o cuatro veces por día. El sonido "Ohm" le ayudó a
recobrar su eje y a elevar su energía personal a un nivel muy alto.
Cuando uno comienza a repetir "Ohm", lo primero
que viene a la mente son todos los problemas y pensamientos que se quieren
evitar. Lejos de alcanzar más paz, uno se siente abrumado. Pero, al continuar
repitiéndolo, dichos pensamientos comienzan a diluirse poco a poco. La
sensación de paz y bienestar se hace inevitable después de unos minutos de
práctica.
LA INVOCACIÓN DE LOS
ÁNGELES
Entre Dios y nosotros se encuentran los Ángeles. Ellos son
Seres de Luz y Amor que tienen la función de ayudarnos en nuestra evolución.
Estas presencias divinas están dispuestas a colaborar y
resolver cualquier tipo de cuestión que nos aflija. La solución que ellos
manifestarán será siempre una forma de paz y armonía para todos. Si te
encuentras envuelto en un problema de pareja, si no te sientes feliz en tu
trabajo, si tienes alguna dolencia física o cualquier otro tipo de problemas,
pide ayuda a los Ángeles. Ellos están listos para entrar en acción y manifestar
lo mejor para ti.
Ninguna entidad espiritual puede intervenir en nuestra vida
sin antes habérsele concedido el permiso para hacerlo. Esto es debido a que
tenemos libre albedrío; es decir, que podemos elegir resolver todos los
problemas por cuenta propia o bien pedir ayuda al cielo.
Para invocar la ayuda de los Ángeles, hay que hablar desde
el Corazón, con profundo sentimiento y honestidad. No es conveniente pedir una
solución determinada porque quizás ésta no sea la más feliz; sólo debe ponerse
el problema en sus manos y confiar en que la solución que se manifestará será
la más conveniente para todos. La energía de los Ángeles es muy elevada y
cuando uno entra en contacto con ellos, se siente una profunda paz y alegría, y
se hace inevitable sonreír.
Cuando tengo que ir a algún lugar a negociar o pedir algo,
les pido que vayan delante de mí y que realicen la operación por mí. Así, el
tema ya estará resuelto cuando yo llegue.
Cuando estoy en conflicto con alguna persona en particular,
le pido a mi Ángel Guardián que hable con el Ángel Guardián de esa persona, a
fin de que juntos manifiesten lo mejor para ambos.
Todo lo que hay que hacer para obtener su ayuda es pedir. El
acto de pedir nos lleva a ser humildes y a reconocer que solos no podemos
resolverlo todo. Cuanto más dominada esté la persona por su ego, menor será su
disposición a pedir ayuda. Aquellas personas que no saben pedir ayuda, tarde o
temprano comienzan a tener problemas en sus rodillas porque éstas representan
nuestra humildad y nuestra capacidad para arrodillarnos frente a otros. Cuando
uno se ha vuelto rígido a causa de su orgullo, el cuerpo comienza a sufrir.
Invoca la ayuda de los Ángeles al comenzar el día y pídeles
que manejen tu agenda y tus actividades para hacer que tu día sea feliz y
productivo.
LA PRÁCTICA DEL
SILENCIO
La práctica del silencio es muy poderosa y, a la vez,
difícil de realizar en estos días. Consiste en permanecer el mayor tiempo
posible en total silencio; es decir, sin hablar, sin contestar el teléfono, sin
mirar televisión, sin leer ningún libro, sin escuchar música. De esta manera,
se logra el estado de contemplación que eleva la energía a un nivel muy alto.
En nuestra cultura, está muy arraigado el concepto de que
siempre deberíamos estar haciendo algo, aprovechando nuestro tiempo valioso. La
idea de "hacer" es muy valorada y se reciben recompensas por eso. Sin
embargo, es mucha más valiosa la idea de "Ser" y ésta es la clave de
este ejercicio. Nuestro verdadero valor radica en que somos "seres
humanos" y no "hacedores humanos". No hay nada de malo que
desarrolles ciertas tareas y seas una persona productiva, pero tienes que
aprender a encontrar el verdadero valor de tu ser, aun cuando no hagas nada que
la sociedad considere valioso.
Puedes comenzar a practicar el "silencio" durante
tres o cuatro horas. Asegúrate que nadie te interrumpa ni te moleste. Puedes
hacerlo en tu casa o en un parque. Los espacios de la naturaleza son los más
poderosos. Simplemente contempla todo lo que sucede por dentro y por fuera de
ti. No es necesario que juzgues ni que llegues a ninguna conclusión. Este no es
un ejercicio intelectual. Al principio, tu ego te recordará tu drama personal e
intentará hacer mucho "ruido" para restarte paz. Sin embargo, si
dejas pasar los pensamientos con libertad, ese drama desaparecerá como
disolviéndose en el aire.
Si tienes la costumbre de rezar, agrégales a tus momentos de
oración unos minutos de silencio al final. Cuando estás rezando, le estás
"hablando" a Dios. Cuando permaneces en silencio, estarás
"escuchando" su Respuesta. Si sólo rezas y luego te vas, lo único que
habrás hecho es un perfecto monólogo. De nada sirve que reces con todo tu
fervor pidiendo la solución a un problema si no escuchas Su Respuesta. En el
Universo todo es perfecto y necesario. Todo lo que te sucede tiene un sentido y
guarda una lección para ti. Hasta que no la aprendas, continuarás lidiando con
lo mismo; por eso, el silencio es importante. Cuando permaneces en silencio, la
Voz de Dios te habla con claridad y te explica ¿por qué te sucede todo lo que
te sucede?
LA VIBRACIÓN DEL AMOR
El Amor es la única fuerza del Universo y es el nivel
vibratorio más alto que podemos alcanzar. Gracias al amor nos movemos, nos
relacionamos, nos sanamos y nos expandimos.
Nosotros creemos que existen diferentes clases de amor; por
ejemplo: el amor que una madre siente por sus hijos, el amor entre amantes, el
amor de amigos. Sin embargo, debes saber que existe una sola clase de amor: el
de Dios. El Amor de Dios es incondicional, sin divisiones, ni clasificaciones;
es permanente y estable.
Creemos que amamos a alguien porque nos brindamos a esa
persona pero, a la vez, le exigimos que haga lo mismo hacia nosotros. El
Verdadero Amor es incondicional. Al Verdadero Amor sólo le interesa darse y
expandirse; no necesita nada a cambio.
Nosotros al no estar en un nivel de perfección, nuestro ego
entabla una "negociación" con nuestra pareja para encontrar la
supuesta felicidad. En la mayoría de las relaciones amorosas encontramos un
perfecto drama, lleno de juegos, acusaciones e intrigas. Cada vez que estés
hablando de condiciones, obligaciones, estructuras y culpas, estás lejos de
vibrar con la energía del Verdadero Amor. Si para sentirte amado exiges a tu
pareja que te llame tantas veces al día, que te diga ciertas palabras, que
cumpla ciertos horarios o formalidades, entonces estarás preparando el camino
directo a tu infelicidad. Tarde o temprano, la persona no podrá cumplir con tus
exigencias o expectativas y la desilusión será inevitable. El drama, la culpa y
la manipulación hacen que la vibración personal llegue a niveles muy bajo y lo
único que puede esperarse de ello es que se presenten más problemas, dolor o
desencantos.
¿Cuál es la solución para ellos? Muy simple: pedir ayuda al
Universo. Cuando sientas angustia, miedo, soledad o la tendencia de culpar a
otra persona por tu infelicidad, deberá recordar que "Todo lo que ocurre
por fuera es el reflejo de lo que pasa por dentro; por lo tanto, lo de afuera
sólo te recuerda que tienes algo que sanar por dentro". En ese momento
sólo basta con que abras tus manos, con las palmas hacia arriba, y des permiso
a Dios para producir la curación dentro de ti.
Puedes decir lo siguiente: "Dios mío, me encuentro
sintiendo esta angustia (o miedo, enojo, dolor...); ahora renuncio a tener y
aceptar esta energía imperfecta en mi Ser. Necesito que cures la parte de mi
Ser que sufre. Necesito que sanes la parte de mí que genera esta situación.
Necesito sentir tu Amor Divino ahora mismo".
Luego permanece unos cinco o diez minutos con las manos
apoyadas sobre tus piernas. Sentirás que las palmas se calientan enormemente y
una gran paz interior viene a ti. Terminas agradeciendo por todo lo que has
recibido y continúas tus actividades normalmente.
Yo hago este ejercicio cada vez que mi humor cambia y me
siento mal. A veces pido que se me revele y se me indique ¿por qué estoy
sintiendo de esa manera?; otras veces, sólo dejo que se realice el proceso sin
buscarle una explicación intelectual. Es importante que sepas que sólo, por tu
cuenta, no puedes sanarte; necesitas ayuda. Y si pides ayuda a Dios, ésta es
totalmente incondicional, rápida y efectiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario