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LEY DE GENERACION


LEY O PRINCIPIO DE GENERACIÓN

 La Ley de Generación dice: "La generación existe por doquier. Todo tiene sus principios masculino y femenino. La generación se mantiene en todos los planos".

Se refiere a la Creatividad. Lo que nos dice El Kybalión es, que para crear algo nuevo, es necesario la conjugación de dos energías: la masculina y la femenina; si esta conjugación no se da, entonces no se da la manifestación. 
Este principio está muy relacionado con el de polaridad porque habla de dos energías opuestas, pero se diferencia de aquél porque se refiere exclusivamente al proceso de creación.

Este principio no tiene que ver con el sexo; el sexo es una de sus manifestaciones. 
Más allá de nuestro sexo, todos somos portadores de energías masculinas y femeninas y tenemos que lograr la perfecta conjugación de éstas para obtener éxito en la vida. 
El hombre que es muy machista, es decir, que se ha polarizado en el extremo de la energía masculina, tarde o temprano sufrirá por la falta de su lado receptivo, intuitivo o imaginativo. 
Por otra parte, la mujer muy dependiente o sumisa, polarizada en la energía femenina, también sufrirá por la falta de iniciativa y confianza en sí misma. Sin importar nuestro sexo, cada uno tiene que desarrollar tanto su parte masculina como femenina para sentirse equilibrado.


El símbolo del Yin - Yang representa la perfecta armonía entre las energías masculina y femenina. La parte negra simboliza la energía Yin o femenina; la parte blanca es la energía Yang o masculina. De acuerdo con este símbolo, exactamente donde termina la energía femenina comienza la masculina y viceversa. Además, observamos que dentro de la parte negra existe un círculo blanco; esto significa que en el corazón de la energía femenina existe la energía masculina y también ocurre lo mismo con la parte blanca. Cada una de ellas necesita de la otra para complementarse y lograr el equilibrio perfecto.

La energía Yin o Femenina es la receptiva, creativa, imaginativa y pasiva. La energía Yan o Masculina es la dinámica, activa, agresiva y es la que regula la capacidad de dar.

Es conveniente tener el símbolo Yin-Yan a la vista, en una medalla o cuadro para que nos recuerde en forma permanente el equilibrio que debemos encontrar.

La energía tiende a complementarse y por eso, atraemos a nuestras vidas a las personas con la polaridad que nos falta. Cuando una persona es muy tranquila, pasiva o tímida, es muy probable que atraiga a su vida a amigos más agresivos, dinámicos y extrovertidos. Por el contrario, la persona más peleadora siempre busca rodearse de gente más pacífica o sumisa. Cada uno de nosotros atrae la energía que le está faltando.

Pero sabemos que los polos opuestos son iguales en naturaleza; solamente difieren en su grado de manifestación. También hemos estudiado que uno de los objetivos de nuestra vida aquí en el planeta es aprender a armonizar los opuestos. 
El sentido de atraer a personas o situaciones con la polaridad que nos falta es el de ayudarnos a encontrar el punto de equilibrio. 
Cuanto más tímida sea una persona, más extrovertido será quien le atraiga. Aunque al principio esta atracción de los opuestos puede generar cierta dependencia entre ambos, con el tiempo cada uno brindará su energía al otro para ayudarlo a encontrar su punto medio. 
Quien era más tímido dejará de serlo y quien era más extrovertido aprenderá a mediar más sus actos. 
La idea no es que cada uno se convierta en el bastón de apoyo para el otro, sino todo lo contrario. Cuando finalmente una persona encuentra su punto de equilibrio, a la vez comienza a sentir la Unidad con el Universo y verdadera Paz interior.

En el proceso de la creación, debemos aprender a conjugar estas energías para obtener el resultado que buscamos.

Cuando notes que alguno de tus deseos no se manifiesta, lo primero que deberás preguntarte es: ¿qué energía te  hace falta utilizar? 


 LAS POSIBILIDADES 

No hay creación si no conjugamos correctamente nuestras energías masculinas y femeninas. 
 Fuimos creados a "imagen y semejanza" de nuestro Padre. Dios creó el Universo; por tanto, nosotros tenemos la habilidad para crear nuestro propio Universo también.

Para desarrollar la energía Yin, es necesario aprender a jugar con la vida. 
La creatividad aumenta notablemente cuando nos dedicamos a algún pasatiempo, cuando nos relajamos y disfrutamos del presente, o cuando nos concentramos en el estudio de algo que nos interesa.

La energía Yin es la energía femenina y gobierna la parte izquierda del cuerpo. Si eres diestro, entonces es aconsejable que comiences a usar más tu mano izquierda. Quizás, al principio, te sientas torpe tomando algunos objetos con esta mano; sin embargo, con tiempo y práctica comienza a utilizar la otra mano. 
El utilizar ambas manos implica activar los dos hemisferios cerebrales; en otras palabras, los dos tipos de energía.
 A las personas que están muy acostumbradas a dar demasiado, siempre les recomiendo como ejercicio cerrar la mano derecha y mover mucho los dedos de la mano izquierda. De esta manera, se activa la energía receptiva Yin y la persona se prepara mejor para recibir.

 NUESTRA FUNCIÓN

El Universo está en continua expansión y crecimiento. Dios nos creó como una extensión de Sí Mismo, con la finalidad de que, a la vez, nosotros continuáramos creando. Tal como lo hemos estudiado, para poder crear debemos equilibrar nuestras energías masculinas y femeninas adecuadamente.

Una manera práctica de hacerlo es la siguiente: 

Busca una posición adecuada para tu cuerpo, ya sea sentado o acostado, respira profundamente tres o cuatro veces, aflojando cualquier tensión en los músculos. Una vez que te sientas cómodo, formulas las siguientes preguntas a tu Yo Superior: 
¿Cómo está mi balance Yin/Yang hoy? 
¿Cuál es el porcentaje Yin? 
¿Cuál es el porcentaje Yang?
¿Qué color necesito para equilibrar mi aura? 
Una vez que recibas en tu mente el color que necesitas, vas a imaginarte que cubres todo tu cuerpo con él. De esta manera, elevarás tu frecuencia vibratoria y equilibrarás tu aura. Luego, respiras profundamente una vez más y abres los ojos.

Una persona puede llegar a transformar una situación indeseable elevando el nivel vibratorio y generando la energía del polo opuesto hasta encontrar el equilibrio. 
Aunque el símbolo del Yin-Yang se representa solamente con los colores blanco y negro, nuestra mente puede indicarnos la necesidad de utilizar algún otro color para lograr el equilibrio energético.

Seguramente, te  preguntaras 
¿cuál es su función? 
Hay ciertas características que definen al propósito divino de tu existencia. 
La más importante es que dicha función será siempre tu felicidad. 
Contrario a las ideas impuestas por ciertas religiones o sociedades, Dios no quiere sacrificios sino nuestra propia felicidad. 
En pocas palabras, todas las actividades que te dan placer son aquellas que forman parte de tu misión.   
Todo lo que corresponde al Mundo de Dios es fácil y fluye con libertad.

Otra característica importante es la pérdida de la noción del tiempo. Cuando te encuentras sumido completamente en una actividad y luego descubres con asombro que han pasado horas, cuando, en realidad sientes que sólo fueron minutos, estás vibrando con tu Espíritu. En ese momento el tiempo humano se altera y uno se conecta con lo eterno.


La vida organizada nos lleva a pensar que nuestro talento nos tiene que dar dinero, fama o cierto mérito social. Sin embargo, en el mundo espiritual no es así. 
A veces, la misión de algunos es servir a otros para que alcancen fama y reconocimiento. 
En otros casos, la misión es cuidar, alimentar o educar a los demás. Cualquiera sea la forma que tome la misión, siempre será nuestra felicidad, nos dé o no dinero. 
Cuando cumplimos con nuestra misión, toda la vida se nos facilita; llegan a nosotros los medios para sustentarnos económica y emocionalmente.

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